jueves, 20 de octubre de 2011

Día 12: Every new beginning comes from some other beginning´s end



Primera semana finalizada. Estoy oficialmente muerta de tantos deberes y que mi cerebro esté atontado de estar traduciendo todo el día no ayuda demasiado. Pero he de decir que la novedad se está haciendo rutina y que me estoy acostumbrando a todo esto. Y no está tan mal.
Las clases la verdad son más entretenidas que en España, es todo mucho más activo. Aquí aprendes a trabajar con lo que te enseñan, a darle un uso. En química fuimos al laboratorio, tuve que ponerme gafas especiales y todo, vernos con esas pintas era comiquísimo. Hicimos un experimento super divertido quemando vidrio (¿sabéis la botella esta que tiene un globo de vidrio dentro que si aprietas baja? pues eso). Ahora estamos dando el sistema métrico. La gente está emocionadísima porque en Europa usamos el metro y me preguntan: +¿Y cuando te pesas en una balanza te sale en kg? +Claro +BUAAAAAAAAH.
Que sencillo es hacer a un americano feliz.
A segunda hora tengo inglés, estamos hablando del "American dream". Les he tenido que debatir que en Europa pensamos más o menos lo mismo, que el profesor que lo explicaba (pobre, está en prácticas) se puso a decir que si USA era el único que defendía esos ideales. Viva la incultura, se debe de pensar que aquí seguimos en la Edad Media.
Mi profesor de Historia Americana está jamado. Pero impresionante, a mí me asombra. Es entrenador de baloncesto en el equipo de Varsity, el pavo me saca cuatro cuerpos y tres cabezas. Ya os contaré otro día las majaderías que nos hace hacer en clase. Ah, y me ama, porque soy de España jesjes.
Psicología es genial, me encanta. La profesora es la mejor que he tenido en mi vida. Y Adventure Education (mi clase de gimnasia) pinta bien. Me llevo super bien con todos y vamos a hacer escalada, canoa, tiro con arco y así. Se supone que es "team building", así que hacemos un montón de juegos y tal, aún le cunde.
Para comer al principio me sentaba con Sara, pero el martes conocí a una chavala muy maja de Dinamarca que se acaba de mudar aquí y ahora como con ella y con un grupo de Seniors, muy majos ellos. Me recuerdan a España, simplemente porque están mal de la cabeza. Y eso está bien.
NO PUEDO ABRIR MI TAQUILLA. Sencillamente, está contra mí. Os lo juro. Así que hay un chaval que me la abre todas las mañanas. Tiene la clase al lado y siempre está allí cuando voy antes del 1st period. Pobre, más le vale irse acostumbrando jaja

El viernes era el primer partido de football, pero no pude ir porque celebrábamos el 49 cumpleaños de Matt. Fuimos a ver un concierto al aire libre, de estos que te sientas con un mantelito de cuadros en una gran explanada verde. 
















Sábado tocó partido de Ryan y Lunes (labor day) downtown. Me podría poner a describir Chicago, pero prefiero dejaros las fotos. Dicen algunos que una imagen vale más que mil palabras.


































miércoles, 21 de septiembre de 2011

Día 7: Home, sweet home

El viaje de NY a Chicago lo completé sola, cruzando los dedos para no dormirme después de tres días sin pegar ojo y echando mano de los cafés. Mis hostpapis me vinieron a recoger al aeropuerto. Fue subir las escaleras mecánicas y encontrarme a dos sonrisas de oreja a oreja con un cartel de "Welcome Mairea" y dos globitos de bienvenida (más tarde aprendería que aquí usan globos para todo, pero todo de todo).

Antes de nada, repaso familiar:
Hostpapi: Matt
Hostmami: Lynda
Hostsister: Sara
Hostbrother: Ryan
Una vez aclarado esto, continúo con la historia. El caso es que estaban empeñados en que, como el colegio había empezado el día 23 y era 25, lo mejor era ir directa para conocer a al menos dos de mis profesores. Así que nada, dejamos las maletas en casa y volvimos a montarnos en el coche (que raaaaaro) para ir al Stevenson. Una vez allí, me reuní con mi councillor Sarah Kellogg, que me do una lista con mis clases, profesores, y aulas; y con mi hostsis, que me llevó de paseo por las instalaciones guiándome por mis clases. Lo de guía es un decir, porque el caso es que ella siempre ha tenido todas sus clases en el otro edificio (hay dos, Este y Oeste, nuevo y viejo- el mío es el Oeste) y no tenía ni idea de por dónde estábamos llendo, y yo con el empanamiento que llevaba encima pues me dedicaba a seguirla en plan atontada. Pero bueno, gracias a la magnífica idea de que las clases están numeradas, supo encontrar el camino. Yo todavía no entiendo como funciona el rollo ese de los números, imagino que al final lo pillaré (espero). La coña es que luego tuvimos que ir a hacerme el dichoso student ID, que aqui te sirve para todo, y me dijeron con todos majos: ala, ahora siéntate ahí que te vamos a sacar una foto. Espera, FOTO?Llevaba tres días sin dormir sobrevieviendo a base del poder de la cafeína. Acababa de aterrizar desde NY, me había recorrido medio colegio, que no es bromita, y pretendían sacarme una foto? Imaginaros mi cara, yo creo que es mejor que la del DNI español, que ya es decir. También me asignaron una taquilla, que tuvo que abrir Sara porque yo no soy capaz, me parece que me voy a tener que buscar a alguien para que me la abra todos los días jesjes. En fin, que ese día fui a Precalc y a Acting, y luego a dormir a casa(lo necesitaba).
Al día siguiente tocó día entero en clase, presentaciones, repetir mi nombre 82374 veces y recogida de múltiples y atrasados deberes (aquí se deben de creer que soy como superwoman, porque yo esto no lo hago en España ni en un mes) y eso. Ah, y me llevé una gran decepción: no cantan en el bus amarillo! Yo les he dicho que algún día lo harán solo por mí, porque jo, me hace ilu.
Por la tarde tocó reunión con los exchange students: barbacoa, sleepover (separados chicos y chicas) y al día siguiente Six Flags Great América. Me llevé una gran sorpresa al ver a Marcelo (chaval de Vigo, vino conmigo a Inglaterra el año pasado) y conocí a una española más: Inés, majísima ella. Simpre es agradable poder presentarte a alguien y darle dos besos. La mayor parte del grupo son alemanes (son una plagaaaa) pero también hay una brasileña, una tailandesa, una rusa, uno checo, uno polaco, una sueca y de otras distintas zonas de este mundo-pañuelo.
En el parque de atracciones se nos unieron diversos hostsis y hostbros y la verdad me lo pasé impresionante, eso sí, acabé empapaaada para comer. Pero bueno, con el calor que hacía era de agradecer.